• En ciertas colisiones a baja velocidad los airbags puede que no se desplieguen. Los airbag no están diseñados para actuar en estos casos porque no proporcionan ninguna ventaja añadida a los cinturones de seguridad.
• Los airbag delanteros no están concebidos para inflarse en colisiones por detrás, ya que los ocupantes se mueven hacia atrás por la fuerza del impacto. En este caso, los airbags no ofrecerían ninguna ventaja añadida.
• Los airbag delanteros pueden no inflarse en colisiones laterales, ya que los ocupantes se mueven en la dirección del impacto, por lo que en estas colisiones el despliegue del airbag frontal no ofrecería una protección añadida.
No obstante, los airbag laterales o de cortina pueden inflarse dependiendo de la intensidad del impacto, la velocidad del vehículo y el ángulo del choque.
• En un choque oblicuo, la fuerza del impacto puede empujar a los ocupantes en una dirección en la que los airbags no podrían proporcionar ninguna protección añadida, y por lo tanto puede que los sensores no desplieguen ningún airbag.
• El conductor suele frenar bruscamente justo antes del impacto. Estos frenazos tan bruscos bajan la parte delantera del vehículo que puede empotrarse bajo otro vehículo más alto. Los airbags pueden no inflarse en esta situación, ya que dichas colisiones pueden reemplazar considerablemente a las fuerzas de deceleración que detectan los sensores.
• Los airbags no se inflan en la mayoría de los acidentes con huelcos, incluso si el vehículo está equipado con airbags de impacto lateral y airbas de cortina.
• Los airbag pueden no inflarse si el vehículo choca contra objetos tales como postes o árboles, pues el punto de impacto se concentra en una zona y no comunica toda su fuerza a los sensores.